Se ha ido uno de los actores más entrañables que nos ha dado el cine. Seymour Cassel es de esas presencias en pantalla cuyo cuerpo lo dice todo sin necesidad de explicar demasiado, dotado de una gracia divina que, por esas cualidades que otorga la fotogenia, no hace falta racionalizar.
Más allá de la actuación, Cassel es conocido en el mundo de la música por haber inventado el mote de ‘Slash’ para el guitarrista Saul Hudson, por su nombre original, del famoso grupo de rock Guns N’ Roses. No es un dato menor, dado que nació en Detroit, «la ciudad del rock» según reza el clásico de Kiss. Luego de una infancia dura y de una vida no menos ajetreada por las adicciones y algunas complicaciones penales, la extensa carrera del actor comenzó con un par de películas donde su nombre no aparece en los créditos, hasta que en 1960 participa en Juke Box Racket de George Barris y Jim Geallis. No obstante, cuando en 1961 forma parte de Too Late Blues, iniciará un camino inolvidable al lado de este monstruo llamado John Cassavetes, que continuará con la inolvidable Faces (1968),
Minnie and Moskowitz (1971), The Killing of a Chinese Bookie (1976),
Opening Night (1977), sin acreditar, y Love Streams (1984). Cabe recordar que también tiene un rol pequeño, sin figurar en los títulos, en Shadows (1959), del mismo director. De esta comunión saldrían sus interpretaciones más jugosas, más auténticas, simpáticas y descarnadas, como si establecieran una continuidad con su vida.
Son múltiples las apariciones de Cassel en cine como en televisión, y tal vez, luego de Cassavetes, deba añadirse en materia de importancia, sus actuaciones con Wes Anderson. Así, participó en el reparto de las películas Rushmore (1998), The Royal Tenenbaums (2001) y The Life Aquatic with Steve Zissou (2004).
Un lindo ejercicio sería rever todas estas intervenciones y comprobar la fuerza de este enorme actor.
