El día que Claire Denis conoció a Favio

Dentro del marco de las charlas con directores que organizó el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata e nel año 2014, fue el turno de la directora Claire Denis, de quien proyectó una retrospectiva. En primer lugar hay que decir que la conversación comenzó media hora tarde por problemas técnicos (cuestión que se podría revisar con más previsión) y que la introducción por parte de organizadores, una vez más, dejó bastante que desear puesto que en lugar de dar pie para iniciar algún tema de discusión, se balbucearon tímidamente datos extraídos de fuentes conocidas por todos.

Denis tomó un título programado para utilizar la idea de “películas frágiles”, es decir ,aquellas que no responden a moldes narrativos clásicos y sin embargo tienen solidez porque uno no sabe qué pasará en el plano siguiente, mantienen su propia respiración y generalmente contienen una escena que moviliza a los espectadores. Al respecto, señaló que ésa es la clase de cine que le interesa. Profunda admiradora de Jacques Rivette, de quien fue asistente, destacó su personalidad, su manera de de entender el cine y los métodos de trabajo, que sirvieron de inspiración para su carrera como directora. También recordó algunas anécdotas con el famoso crítico Serge Daney al quien admira por la pasión que transmiten sus escritos. De ellos rescató la idea de no estar atado a los dominios del guión, ya que un “plot” puede devenir en “complot”.

La nota de color durante la charla la constituyó una linda anécdota. Contó Denis que en el cuarto de hotel donde se hospeda sintonizó la señal de Inca TV y se topó con una película de la cual entendía poco y nada del idioma, y apenas era perceptible el sonido, pero que con la cual quedó subyugada por sus imágenes. Se trataba de El romance del Aniceto y la Francisca dirigida por Leonardo Favio de 1967. Recordó la impresión que le causó el personaje interpretado por Federico Luppi (actor al que elogió por no reflejar rasgos psicológicos en su rostro) cuando se dirige a su gallo con la expresión “compadre”, indicando que eso es lo que ella siempre buscó en su obra: lo que se oye y se sabe de un cineasta con breves trazos. Destacó, además,  la cuestión del azar en el cine que permite este tipo de conexiones. Este sentimiento capaz de animar esa clase de sensaciones trasciende, desde su punto de vista, cualquier avance de las tecnologías. Siempre es un desafío encontrar el corazón de una película para percatarse de que vale la pena.

Más adelante se refirió a los modos que tiene para construir una historia, resaltando que generalmente comienza a ver la puesta en escena en el proceso de escritura del guión y que trabaja a la par con su directora de fotografía Agnes Godard para consensuar el tipo de lentes adecuados al tipo de escenas. Las elipsis, tan presentes en sus films, ya se encuentran en esta etapa de creación. Una de las frases más saludadas por los concurrentes y que resume bastante su óptica del cine fue: “Si no hay riesgo no hay película posible.”

elcursodelcine

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *