VAMPIROS (John Carpenter’s Vampires) de John Carpenter, 1998.

Jack Crow es el jefe de un grupo de cazadores de vampiros que, mantenidos por la Iglesia, recorren Norteamérica en busca de nidos, para exterminar a los vampiros que allí se encuentren. 
Tras limpiar una casa en Nuevo México, festejan el trabajo en un solitario motel. En medio de la fiesta irrumpe Valek, un vampiro maestro, y en medio de una carniceria acaba con el equipo. Solo Jack, uno de sus compañeros y una prostituta consiguen huir de la matanza. La chica ha sido mordida por el vampiro, y Jack confía en utilizar el vínculo que se crea entre un vampiro y su víctima para encontrar a Valek antes de que ella se convierta en un nuevo vampiro.

En Vampiros el pesimismo es casi absoluto al tratar de igual a aquellos que hacen a la maldad su forma de vida con aquellos que la combaten. Desde el punto de vista ideológico, asoma ese catolicismo crítico del director y una reelaboración de ciertos códigos del terror vampírico, sobre todo en respuesta a la tradición. En un momento, James Woods dice que se olviden de todas esas mariconadas del cine y de los vampiros con frac y acento europeo (también lo recomendará el personaje de Blade interpretado por Wesley Nipes en esa particular reescritura de 1998 dirigida por Stephen Norrington).

elcursodelcine

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *