Continúan los octavos de final y durante la jornada de domingo la canción fue lógica. En el primer turno Francia se despachó a Polonia. Una de las selecciones candidatas enfrentaba a una de la selecciones regaladas en este mundial, porque verdaderamente el paso de Polonia por esta instancia fue más bien circunstancial y dejó una imagen más digna de Laponia helados. No obstante, a diferencia de partidos anteriores, avanzó unos centímetros más en la cancha y hasta tuvo alguna ocasión. A los cinco minutos, Francia dijo presente con un cabezazo de Varane que se fue cerca del travesaño. Los galos pretendían ir por las bandas y asistir al petardo Mbappé, mientras que los polacos, recién en el minuto 39 tuvieron una clara oportunidad con un doble remate que hizo lucir a Lloris. Por un momento, una luz de ilusión se filtró por una grieta, pero duró muy poco porque a los 43 Giroud se convirtió en el máximo goleador de Francia. 1 a 0. Ya en el segundo tiempo y a medida que transcurrieron los minutos, lo de Polonia se volvería irremontable. Francia tenía más espacios y esperaba con tenedor y cuchillo ese momento en el que su jugador cohete arrancara en velocidad. Mbappé avisó a los 55 y a los 74 clavó un golazo al ángulo izquierdo del arco contrario. Ya estaban todos colgando el cartel de partido liquidado, pero Kylian regaló otra obra de arte en una baldosa adentro del área cuando cruzó un remate nuevamente al ángulo. La fiesta azul era completa y contundente, pero no contaron con la astucia del mejor actor de reparto de este mundial, la estrella que sobreactúa, que se pone por encima del director y que, cual niño caprichoso, quiere su caramelo. Sí, el Var. Penal para Polonia que Lewandowski pateó horrible una vez, Lloris se adelantó, hubo invasión, lo volvió a patear y encima lo festejó. 3 a 1. ¿De qué se ríe Lewandoeski? Laponia heladoooos.
En la otra llave, Inglaterra se comió crudo a Senegal, más allá de que casi se atragantó al minuto 23 cuando Pickfird sacó un remate de Boulaye Dia. Sería la más clara para el conjunto africano que, si bien se plantó a jugar unos metros más arriba, padeció su vulnerabilidad defensiva en los contragolpes letales de los ingleses. En uno de ellos, Foden se asoció con Harry Kane, quien asistió a Jude Bellingham con un gran pase. El volante recibió y abasteció a Jordan Henderson: 1 a 0. This is England cantaría The Clash. Cuando enciende los motores es un equipo muy peligroso. Antes del cierre del primer tiempo, llegó el segundo, nuevamente con una contra fatal y quien convirtió merecidamente fue Harry Kane, el hombre que había asistido demasiado en este mundial. El segundo tiempo comenzó con la sensación de que el libro ya estaba escrito. Senegal nunca pudo neutralizar la velocidad y la precisión de los delanteros ingleses. A los 58 minutos Saka liquidó el partido con el 3 a 0. Ahora, Inglaterra por primera vez se enfrentará a una verdadera potencia y será su hora para confirmar credenciales o para ratificar que siempre le falta un golpecito de horno en los mundiales. Veremos. «El que no salta es un inglés…» Perdón, error de la Matrix.
