Falleció el actor Luke Perry a los 52 años. Su rostro resulta muy familiar para quienes lo han seguido en televisión, en especial, en Beverly Hills 90210. No obstante, su carrera incluyó algunas películas en la pantalla grande. En 1990 hizo su debut en Terminal Bliss de Jordan Alan, un año después tendría un pequeño papel en Scorchers de David Beaird, experiencia que repetiría en 1993 en Buffy the Vampire Slayer de Fran Rubel Kuzui. Tras esos pasos, tal vez se destaquen sus intervenciones en las más interesantes Normal Life (1996) de John McNaughton, en la piel de un policía enganchado con una joven problemática, y en El quinto elemento (1997) de Luc Besson, más que por las cualidades de la película, por la publicidad que obtuvo. Más allá de otras incursiones, la gran noticia era que Perry había participado de la inminente Once Upon a Time in Hollywood de Quentin Tarantino, cuyo estreno lamentablemente no verá. Perry sufrió un ACV en su casa en Sherman Oaks (California) el miércoles, y fue trasladado de urgencia al hospital, donde permaneció en coma inducido hasta su muerte este lunes.
