Ante todo, la mirada de Robert Forster. El que queda prendido de Pam Grier la primera vez que la ve en Jackie Brown de Quentin Tarantino. Muchos años antes, esa misma mirada era objeto de deseo de Marlon Brando en Reflejos en tus ojos dorados, obra maestra de John Huston. Es la misma mirada del policía de El camino de los sueños de David Lynch, la que se interroga por un desvío, de ésos que inundan la pantalla del director norteamericano. Se volvería a colgar el rostro melancólico en Twin Peaks: el retorno, como el sheriff Frank Truman, hermano Harry S. Truman. Su última aparición fue en la película que continúa a la serie Breaking Bad. En el medio, varias intervenciones. Pero ante todo, siempre quedará ese rostro. Buen viaje.
