El imaginario femenino en las películas de Sofia Coppola.

(Estos son extractos del Taller dedicado al cine de Sofia Coppola, dictado recientemente en Mar del Plata de modo presencial y citados del libro (Sofia Coppola: The Politics of Visual Pleasure, (Anna Backman Rogers)

. «Tenía tantos intereses -diseño, fotografía, música-, pero no encontraba un medio que realmente encajara conmigo», reflexionó en 2018. «Entonces hice un cortometraje, Lick the Star en 1998, y reuní todas las cosas que me gustaban».

«Se trata de un cortometraje en blanco y negro de catorce minutos. En él aparece por primera vez el toque Sofia, cuando Kate (Christina Turley), alumna de séptimo curso, regresa a la escuela tras ausentarse una semana por una fractura en el pie. Su voz en off nos sitúa de lleno en la mente de la protagonista, preocupada por volver a clase por lo que podría haberse perdido. Es la primera manifestación de un enunciado que aparecerá recurrentemente: ser adolescente en EE.UU apesta»

«Los críticos parecen haber leído la obra de Coppola de forma miope a través de la lente de su propia historia familiar, su inversión en la industria de la moda y su reconocido privilegio de mujer blanca, hasta el punto de que se asume que cada película que produce es una alusión a su propia vida.»

«Como tal, el poder de seducción de Coppola nos lleva con facilidad a mundos de fractura psíquica, soledad y abyección. Esta es la clave del poder de Coppola como cineasta: sus imágenes aparecen como placenteras, pero denotan algo que sólo podemos captar mirando torcido o mal: sus imágenes son inquietantes y desconcertantes.»

«Coppola feminiza inflexiblemente sus mundos cinematográficos no sólo para crear una estética agradable (aunque sus películas a menudo estimulan el uso engañoso de sus imágenes en las brillantes páginas interiores de las revistas de moda, lo que demuestra lo fácil que es malinterpretarla), sino para caracterizar la visión (la del director y la del espectador) como femenina.»

«Las películas de Coppola se definen por el estado de ánimo y el tono; son himnos a los momentos fugaces y efímeros de la vida que son casi imposibles de capturar, centrados y arraigados como están en la subjetividad y la encarnación, pero que, sin embargo, llegan a definir el curso de una vida.»

«La estrategia de Coppola consiste en realzar y poner de relieve los aspectos decorativos y supuestamente «femeninos» de la imagen en yuxtaposición a un estado de ánimo de crisis, desorientación, melancolía y ruptura. Las cualidades difusas, luminosas y oníricas de sus imágenes están siempre atravesadas por un trasfondo oscuro e insidioso. Es en esta disyuntiva entre superficie y profundidad, el cliché y su reverso, el símbolo y el estado de ánimo, donde emerge la política feminista de las películas de Coppola.»

«¿Qué ocultan y qué revelan estas imágenes? The Virgin Suicides transcribe el suicidio como un acto que va más allá de un rechazo subversivo de la subjetividad patriarcal normativa. Si las imágenes a las que recurren los chicos/hombres para relatar la historia de las chicas se basan en una plétora de clichés extraídos de la publicidad y la pornografía blanda, la película, por extensión, sugiere que cualquier forma de subjetividad que reduzca, simplifique y convierta en superficie a una persona precisamente es ya una forma de aniquilación»

«La narrativa que los chicos construyen en torno a las hermanas Lisbon es un intento de reclamar, poseer y controlar. Es especialmente a través del manido tropo de la fetichización como los chicos consiguen encubrir parcialmente la realidad de lo que las Lisbon representan para ellos: un vacío o carencia que se transcribe en y sobre el cuerpo femenino.»

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La violencia en The Beguiled es tanto literal como alegórica. A falta de una frase mejor, la arqueología psicológica que Coppola exige a su espectador es un proceso que implica reconocer -sacar a la superficie- todo lo que se oculta para apuntalar narrativas bellas, ordenadas y contenidas. Como tal, el gótico (femenino) es el género más apropiado para Coppola, ya que, como afirma Tania Modleski: Explora las capas más profundas del inconsciente femenino, proporcionando a las mujeres una forma de resolver profundos conflictos psíquicos, especialmente la ambivalencia hacia las personas significativas de sus vidas: madres, padres, amantes… el género se utiliza para explorar estos conflictos en relación con una sociedad que oprime sistemáticamente a las mujeres». En otras palabras, el gótico se ha utilizado para poner de manifiesto el «núcleo de la verdad» en los miedos paranoicos femeninos y para conectar lo social con lo psicológico, lo personal con lo político.

«The Beguiled es un relato feminista y gótico de venganza que se centra casi exclusivamente en la experiencia femenina (blanca) y, además, examina el cuerpo masculino a través de la mirada femenina. El punto de vista femenino se pone en primer plano hasta tal punto que la propia mecánica de la película sirve para reivindicar y subvertir la gramática patriarcal fundacional de las formas clásicas o dominantes del cine. Lo que aquí aflora a la superficie de la pantalla es un modo de ver el mundo que normalmente queda oculto a la cultura visual en general.»

«La identidad normativa a la que tendemos a atenernos incuestionablemente se basa, en su gran mayoría, en la oposición binaria relativa a los estereotipos de género. Hollywood, precisamente como industria que fabrica y sostiene las ficciones dominantes que vienen a sustituir a la realidad, promulga la noción de que la masculinidad es, por encima de todo, fálica, potente, dura y activa. A escala nacional, la imagen de la masculinidad omnipotente circula además a través de la figura del marido y del padre (la manifestación última de la ley patriarcal). Somewhere es una película que sitúa su crítica de esta ficción dominante sobre la masculinidad dentro de la misma industria que fabrica y mantiene su hegemonía mediante tropos de proyección, negación y fetichismo. Su desmantelamiento de esa ficción funciona a través del fracaso: fracaso a la hora de actuar, fracaso a la hora de identificarse, fracaso a la hora de cohesionarse y adherirse, fracaso a la hora de ser «alguien» y fracaso a la hora de ir «a alguna parte»

«Los jóvenes protagonistas de The Bling Ring podrían describirse como los llamados «nativos digitales», es decir, que han alcanzado la mayoría de edad en una era de perpetua conectividad en línea o virtual en la que los medios que consumen conforman inherentemente sus identidades y las propias costumbres de sus interacciones sociales.»

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