La mamá y la puta (1973), de Jean Eustache
Un verdadero acontecimiento de fin de año es la reposición de este hito cinematográfico. Van aquí algunas palabras motivadas por el evento.
Uno de los postulados fundamentales de la Nouvelle Vague en
Un verdadero acontecimiento de fin de año es la reposición de este hito cinematográfico. Van aquí algunas palabras motivadas por el evento.
Uno de los postulados fundamentales de la Nouvelle Vague en
Martin Scorsese filmó siempre de modo heterodoxo y visceral la historia, especie de violenta remake de tiempos pasados. Si hay una característica que atraviesa toda su obra es una tensión entre
Podemos participar de una certeza: no sobran las ficciones argentinas que se hagan cargo del presente vulnerable y del terror al vacío inmediato, sin subestimar al público o exhibiendo un ego abúlico.
Puedo sentir qué pasa/respirando muy despacio. Son las dos primeras líneas de la hermosa canción que cierra la última película de Santiago Loza, Amigas en un camino de campo. Esas mismas palabras
En Meditaciones de cine, una caricia editorial de reciente aparición, Quentin Tarantino se ocupa en uno de sus capítulos con pasión crítica de Brian De Palma. La excusa es hablar sobre Sisters (1973),
Generalmente, este tipo de estrenos-ya favorecidos por todo el impacto mediático publicitario y económico-suele encontrar más difusión gracias a la puja de extremos enceguecidos. Lo cierto es que
Pienso en las dos últimas películas de Martín Farina, Náufrago y Los convencidos. Pienso en la palabra como protagonista en ambas. No obstante, si en la primera alcanza una densidad asociada a la
La tentación formalista
Los primeros minutos de La sudestada, la película codirigida por Daniel Casabe y Edgardo Dieleke, basada en una novela gráfica homónima, arman un código atmosférico, fabrican
El espacio usualmente es el protagonista en los documentales de Colás. En esta oportunidad es evocado desde una condición fantasmagórica. Las primeras imágenes con un hombre recorriendo un paisaje
Un plano, una película de Godard, siempre es una invitación a mirar en múltiples direcciones. En Dos o tres cosas que yo sé de ella un personaje puede citar frente a cámara a algún filósofo,